Aclimatación de plantas de interior
Publicado en: noviembre 10, 2023 Modificado el: 29 abril 2024

Las plantas, según la especie y la variedad, son más o menos sensibles a los cambios de las condiciones ambientales. Al comprarlas, así como al trasladarlas al exterior en verano y de nuevo al interior al final de la estación cálida, las exponemos inevitablemente a cambios en las condiciones ambientales. La temperatura del aire, la intensidad de la luz, la exposición directa a la luz solar, la humedad del aire y otras condiciones difieren según el lugar. Es esencial que el traslado de las plantas de un lugar a otro se haga con mucha precaución y con el mínimo estrés causado a la planta. Así, es necesario que la aclimatación de la planta se haga adaptándola gradualmente a las nuevas condiciones de luz y temperatura. De lo contrario, pueden surgir diversos problemas, como caída de hojas, flores, frutos, estancamiento, quemaduras solares, etc.
Los órganos que intervienen en el proceso de fotosíntesis se adaptan a las condiciones ambientales existentes y, en el caso de las plantas en movimiento, necesitan tiempo para ajustarse. Por ejemplo, en condiciones de sombra o sombra parcial, la planta «procesa» intensamente la luz de que dispone, intensificando el proceso de fotosíntesis. Una vez adaptada a estas condiciones, la planta procede de forma similar en caso de exposición repentina a la luz solar, lo que provoca quemaduras.
El proceso de aclimatación es necesario en tres situaciones: en caso de trasladar las plantas al exterior, en caso de trasladar las plantas al interior, respectivamente en caso de adquirir nuevas plantas.
1. Traslado de plantas del interior al exterior
Algunas especies de plantas son adecuadas para el cultivo en interior, pero durante la estación cálida encuentran muy buenas condiciones ambientales en el exterior. Así, pueden beneficiarse de la luz solar directa, de la brisa del viento durante la canícula, así como de las refrescantes gotas de lluvia sin cal ni sales diversas.
El traslado debe realizarse en primavera, cuando no haya riesgo de temperaturas por debajo de cierto umbral tolerado por la especie en cuestión. Por regla general, las temperaturas no deben descender por debajo de 10 °C.
En cuanto a la luz y el sol directo, hay que tener en cuenta la ubicación de la planta en invierno, así como los requisitos de cada especie vegetal. Por ejemplo, tras el proceso de aclimatación, las plantas amantes de la luz se colocarán en lugares soleados, mientras que las que prefieren la sombra parcial se situarán en lugares parcialmente sombreados, con orientación este u oeste.



Métodos de aclimatación
Independientemente de las preferencias de la especie en cuanto a la luz, el proceso de aclimatación implica la exposición gradual a una luz intensa o a la luz solar directa. Se aplican varios métodos de aclimatación, como:
- El primer día se expone la planta a una luz más intensa durante aproximadamente una hora y se vuelve a colocar en su lugar original. Los días siguientes, durante 1-2 semanas, el tiempo que pasa la planta a la luz directa se prolonga diariamente una hora aproximadamente;
- En los 4 primeros días de aclimatación, la planta se expone a una luz más intensa durante dos horas al día. En los días siguientes, el tiempo de exposición diaria a la luz o al sol se duplica: cuatro horas al día. Los 4 días siguientes, se deja a la planta en las nuevas condiciones durante 6 horas al día, y en los últimos 4 días, el tiempo se amplía a 8 horas al día. Así pues, este proceso de aclimatación dura unos 16 días, tras los cuales la planta puede exponerse a las condiciones naturales del exterior.
Se recomienda aumentar gradualmente la intensidad de la luz a la que exponemos la planta durante el proceso de aclimatación. Así, en los primeros días, la planta se expone en condiciones más luminosas que en el lugar de origen, pero no a pleno sol. Hasta el final del proceso de aclimatación, la planta debe beneficiarse de una exposición a la luz similar a la que se encuentra en el exterior.
Si se observan los primeros signos de quemaduras solares, incluso después del proceso de aclimatación, la planta debe trasladarse a un lugar parcialmente sombreado en las horas con temperaturas muy elevadas y, de este modo, se continúa con el proceso de aclimatación.
La aplicación foliar de abonos específicos ayuda a la planta a superar más rápidamente el estrés provocado por el cambio de ubicación.
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Hay que tener más cuidado con la cantidad de agua administrada después de trasladar las plantas al exterior, ya que, debido a las temperaturas más altas y a las corrientes de aire, el sustrato se secará más rápidamente y la planta necesitará más agua.
2. Traslado de plantas del exterior al interior
En otoño, cuando las temperaturas empiezan a bajar, hay que vigilar las mínimas durante la noche. Antes de que la temperatura descienda por debajo de los límites tolerados por las plantas en cuestión, hay que trasladarlas al interior. Normalmente, el umbral considerado para la mayoría de las plantas de interior es de 10 °C.
El proceso de aclimatación es similar al descrito en el caso de trasladar las plantas al exterior, pero se hace al revés: la planta se coloca en un lugar con más sombra para que se adapte a las nuevas condiciones de luz y a las temperaturas más bajas, durante 1-2 semanas. Ya no es necesario moverla a diario, pero sigue necesitando beneficiarse de la luz. Al mismo tiempo, se reduce gradualmente el riego. Cuando las temperaturas alcanzan valores de unos 10 °C, la planta se traslada al interior.


3. Adquisición de nuevas plantas
Al comprar plantas nuevas, además del proceso de aclimatación recomendado, hay que prestar especial atención a los siguientes aspectos:
- Lugar de compra: se recomienda comprar plantas de interior en tiendas especializadas. Las tiendas instaladas en el exterior, al aire libre, son menos recomendables en el caso de estas plantas;
- Elección de la planta: debe ser vigorosa, compacta, proporcionada y no debe presentar hojas marchitas, amarillentas o daños causados por enfermedades o plagas.
- Transporte de la planta: se recomienda envolverla en una lámina de papel o plástico para reducir el efecto de las temperaturas exteriores. En cuanto la planta llega al lugar deseado, se retira el envoltorio.



Normalmente, en la tienda, las plantas se conservan en cámaras frigoríficas, por lo que duran más. Una vez transportadas a casa, no se recomienda colocar las plantas directamente en una habitación con altas temperaturas. La aclimatación se consigue colocando las plantas en habitaciones más frías y bien ventiladas, respectivamente en lugares parcialmente sombreados. A falta de una habitación con temperaturas más bajas, se recomienda colocar la planta en la ventana, dejándola entreabierta o abierta durante unas horas al día.